1/2/16

Recordando a Wislawa Szymborska
                                             

Kornik, Oeste de Polonia (1923-2012). La poeta y crítica literaria Wislawa Szymborska, falleció a los 88 años  en Cracovia. Le fue otorgado el Premio Nobel de literatura 1996. Es considerada como una de las voces más originales de la poesía contemporánea de su país. Desde 1931 residió en Cracovia, lugar al que siempre ha estado ligada. Su primer libro: Busco la palabra (1945), obtuvo una secreta acogida, pero fue a partir de 1952, con la aparición de: Por eso vivimos, que comenzó a alcanzar gran reconocimiento en el universo de la poesía. Le siguieron luego: Preguntas planteadas a una misma (1954), Llamada a Yeti (1957), Sal (1962), Cien consuelos (1967), Gran número (1976), Gente en el puente (1986) y Fin y principio (1993), obras todas ellas en las que sobresale un profundo rechazo a los horrores de la ocupación nazi en Polonia.


POSIBILIDADES
Por Wislawa Szymborska

Prefiero el cine.
Prefiero los gatos.
Prefiero los robles a orillas del Warta.
Prefiero a Dickens antes que a Dostoievski.
Prefiero que me agrade la gente
a amar a la humanidad.
Prefiero tener a la mano hilo y aguja.
Prefiero no afirmar
que la razón es la culpable de todo.
Prefiero las excepciones.
Prefiero salir más temprano.
Prefiero hablar de otra cosa con los médicos.
Prefiero las viejas ilustraciones a rayas.
Prefiero lo ridículo de escribir poemas
a lo ridículo de no escribirlos.
Prefiero en el amor los aniversarios no exactos
que se celebran todos los días.
Prefiero a los moralistas
que no me prometen nada.
Prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula.
Prefiero la tierra vestida de civil.
Prefiero los países conquistados a los conquistadores.
Prefiero tener reservas.
Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.
Prefiero los cuentos de los hermanos Grimm
a las primeras planas del periódico.
Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.
Prefiero los perros con la cola sin cortar.
Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.
Prefiero los cajones.
Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado
a muchas otras tampoco mencionadas.
Prefiero el cero solo
al que hace fila en una cifra.
Prefiero el tiempo de los insectos al estelar.
Prefiero tocar madera.
Prefiero no preguntar cuánto me queda y cuándo.
Prefiero tomar en cuenta la posibilidad
de que el ser tiene su razón.

Adaptación nota de
Con-fabulación Nº 408 - Colombia

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